2 de marzo: prohibición de la producción de todos los clorofluorocarburos para el fin del siglo XX

El 2 de marzo de 1989, Doce naciones de la Unión Europea acuerdan la prohibición de la producción de todos los clorofluorocarburos para el fin del siglo XX.

Nuestros refrigeradores pueden acelerar el cambio climático. Los científicos revelan que el fenómeno del cambio climático puede ser acelerado por nuestros propios refrigeradores, acondicionadores de aire y otros productos en nuestros hogares. Todos estos productos indispensables dependen de hidrofluorocarbonos, compuestos orgánicos que contienen sólo uno o unos pocos átomos de flúor que contribuyen mucho a la degradación ambiental, según los expertos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA por sus siglas.

El PNUMA lanza un informe en el que destaca la gravedad de la situación actual, afirmando que si el contexto actual se mantiene, la atmósfera se verá considerablemente afectada por 9 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, hasta 2050.

Los hidrofluorocarbonos aparecieron en el mercado en la década de 1990, como una alternativa a los clorofluorocarbonos que agotan el ozono. Los nuevos productos se utilizan teniendo en cuenta que no dañan la capa de ozono, ya que no contienen cloro o bromo.

Aun así, este compuesto químico es un gas que produce efecto invernadero, incluso atrapa más el calor en la atmósfera que el CO2. Poca gente lo sabe, y lo usa indiscriminadamente en la creencia que no dañara al ozono atmosférico.

Parece difícil encontrar una solución pertinente a este problema mundial, ya que los refrigeradores y acondicionadores de aire se han convertido literalmente en miembros de nuestras familias, en las últimas décadas. Los científicos tendrán que intensificar sus esfuerzos para encontrar y ayudar a implementar reemplazos más apropiados, o la atmósfera tendrá que sufrir consecuencias dramáticas.

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