2 DE MARZO: prohibición de la producción de todos los clorofluorocarburos
El 2 de marzo de 1989, Doce naciones de la Unión Europea acuerdan la prohibición de la producción de todos los clorofluorocarburos para el fin del siglo XX.
Se trata de compuestos formados por cloro, flúor y carbono. Son derivados de los hidrocarburos saturados y se obtienen mediante la sustitución de átomos de hidrógeno por átomos de flúor y/o cloro principalmente.
Se suelen usar como refrigerantes, disolventes, y para la fabricación de plásticos esponjosos.
La invención de los clorofluorocarbonos entre las décadas de los 20s y 30s, surgió como alternativas más seguras para el dióxido de azufre, amoniaco y refrigerantes utilizados en ese momento. Los clorofluorocarbonos fueron elegidos por su seguridad y por sus propiedades químicas como ser de baja toxicidad, no corrosivos, no inflamables, y no reactivo con otras especies químicas.
El problema con estos compuestos es que han contribuido al adelgazamiento de la capa de ozono en la región por encima de la Antártida. La capa de ozono es un manto de moléculas de O3 que actúa como filtro solar natural para nuestro planeta.
Al absorber la luz del sol, los clorofluorocarbonos liberan iones de cloro o flúor, mismos que se unen a un átomo del ozono rompiendo así la molécula. Cuando se descubrió este mecanismo, se inició el proceso de prohibición del uso de este tipo de compuestos. Finalmente el 2 de marzo de 1989, doce naciones de la Unión Europea acordaron que para el fin del siglo XX no se debía producir ni un gramo más de todos los cloro-fluoro-carburos.
Gracias a aquella prohibición en Europa, y la normatividad que le siguió, recientemente los científicos encontraron pruebas de que la capa de ozono va recuperando su grosor.
Una gran noticia si se considera que que la capa de ozono absorbe hasta un 99% de la radiación ultravioleta del sol de alta frecuencia, lo que hace que la Tierra sea habitable.
Se trata de compuestos formados por cloro, flúor y carbono. Son derivados de los hidrocarburos saturados y se obtienen mediante la sustitución de átomos de hidrógeno por átomos de flúor y/o cloro principalmente.
Se suelen usar como refrigerantes, disolventes, y para la fabricación de plásticos esponjosos.
La invención de los clorofluorocarbonos entre las décadas de los 20s y 30s, surgió como alternativas más seguras para el dióxido de azufre, amoniaco y refrigerantes utilizados en ese momento. Los clorofluorocarbonos fueron elegidos por su seguridad y por sus propiedades químicas como ser de baja toxicidad, no corrosivos, no inflamables, y no reactivo con otras especies químicas.
El problema con estos compuestos es que han contribuido al adelgazamiento de la capa de ozono en la región por encima de la Antártida. La capa de ozono es un manto de moléculas de O3 que actúa como filtro solar natural para nuestro planeta.
Al absorber la luz del sol, los clorofluorocarbonos liberan iones de cloro o flúor, mismos que se unen a un átomo del ozono rompiendo así la molécula. Cuando se descubrió este mecanismo, se inició el proceso de prohibición del uso de este tipo de compuestos. Finalmente el 2 de marzo de 1989, doce naciones de la Unión Europea acordaron que para el fin del siglo XX no se debía producir ni un gramo más de todos los cloro-fluoro-carburos.
